El Sevilla recibió una estocada seria en Génova. El reciente doble campeón de la UEFA quedó apeado de la competición por un mediocre equipo, en un partido en el que descubrió demasiadas carencias. La desilusión arrasó a la expedición, que madrugó para viajar a Mallorca. La mañana exigía una valoración presidencial tras el intolerable tropiezo, pero Del Nido prefirió quitarse de en medio para cederle el testigo a Monchi. El director general y consejero manejó su presencia ante los medios con tópicos habituales, aunque tuvo que admitir el alcance de la caída.
No hay comentarios:
Publicar un comentario